Uno de los problemas más comunes que se da en las futuras madres sobre todo cuanto más avanzado esté su embarazo, son los ardores de estómago o también llamado acidez, algo que pese a resultar muy desagradable para la mujer, no trae detrás ningún tipo de complicación ni para ella ni para el feto, de hecho se puede decir que es algo que entra dentro de lo “normal”.
La acidez se produce porque el esfínter que se encarga de separar el estómago del esófago se encuentra relajado, y esto causa que los jugos gástricos vuelvan al esófago irritándolo y provocando la sensación de ardor. Esto se acentúa mucho más en los últimos meses del periodo de embarazo, ya que el útero está muy ensanchado y por ello presiona al estómago y lo comprime, aumentando más la probabilidad de sentir esa incómoda y molesta quemazón.
Para intentar que no aparezcan los ardores, se pueden tomar algunas medidas como: evitar las comidas muy fuertes y condimentadas, comer más veces al día y menores cantidades, masticar despacio, llevar prendas amplias que no se ajusten a la cintura, agacharse doblando las rodillas y no doblando la espalda, no fumar ni un solo cigarrillo, o no engordar más de lo que se recomienda.
Pero si pese a hacer todo esto, los ardores siguen apareciendo, se pueden probar algunos métodos caseros que funcionan en muchos casos, como puede ser beber un vaso de leche, o comer algunos productos como manzana, zanahoria o pepinillos en vinagre. Todo es cuestión de intentarlo con cada cosa y ver si alguno de estos alimentos resulta útil para paliar el problema. De todas formas, si los remedios naturales no funcionan, la embarazada podrá tomar algún fármaco, por supuesto siempre y cuando su médico se lo haya recomendado y lo vea oportuno.