Cada verano resurge un nuevo fantasma: las muertes por ahogamiento son un problema real del que todos debemos tomar conciencia para evitar incidentes. En 2013, ochos niños han muerto ahogados en las piscinas y playas españolas. Un dato muy alto que dado a principio de verano, debe servir a los padres para tomar una actitud proactiva ante el problema:
1. En primer lugar, es positivo que el niño vaya a cursos de natación para aprender a nadar. En segundo lugar, evita que el niño se ponga en la piscina en una parte en la que no toque fondo. Algunos niños quieren probarse a sí mismos por el simple hecho de que se sienten mayores. Sin embargo, con el agua no se juega.
2. Lo más aconsejable es que los niños se bañen siempre con un adulto presente. De hecho, es muy importante elegir un lugar que cumpla las condiciones de seguridad.
3. En playas y piscinas existe un socorrista. Sin embargo, la responsabilidad de mirar dónde está el niño es de los padres.
4. En la playa es muy importante analizar la información de las banderas para evitar riesgos innecesarios.
5. Comprueba que el niño utiliza un flotador o manguitos que están en perfectas condiciones para prevenir cualquier susto.
6. En verano conviene insistir en la importancia de respetar el tiempo necesario para hacer la digestión después de cada comida.
7. Recuerda a los niños que no es una buena idea hacer aguadillas a otros niños que estén en la piscina. Del mismo modo, también es importante evitar la costumbre que tienen algunos niños de tirarse de cabeza. Hay que entrar al agua poco a poco.
Fuente: Nueva Televisión