A todos los niños les gusta la decoración de la Navidad. Es fácil encontrar en cualquier tienda o supermercado platos, vasos y manteles de un sólo uso con motivos navideños. Colócales en el centro de su mesa, algún tipo de aperitivo que les guste. Que no falte en su mesa agua y algún refresco. Si tienes la oportunidad sal al campo y recoge piñas y hojas de árbol para hacer con ellos un bonito centro de mesa, que seguro les encantará.
En estos eventos tan especiales, deja que el pequeño se sienta parte importante de la familia. Pídele que dibuje algo para los invitados, que escriba un pequeño cuento para leerlo en la celebración. Puede también, si sabe, tocar algún instrumento, ya que estas acciones reforzarán su autoestima, siendo para él un momento memorable.
Llegado el momento del brindis, dales una copita de plástico y sírveles algún refresco o bebida sin alcohol, para que ellos sean partícipes del momento.
Organiza juegos de adivinanzas, acertijos para que participe toda la familia, los más pequeños alucinarán viendo a sus mayores jugar juntos. De premio, algún turrón o bombón. Juega a que algún miembro de la familia, sin hablar, imite a otro, y el resto debe adivinar de quien se trata.
Estos son pequeños consejos que, a lo mejor, harán que tú, y tus hijos, disfrutéis de unas fiestas entrañables, y sean recordadas por todos con cariño, y no como eventos agobiantes y estresantes.
Imagen: Mario Carvajal