¿Estás en pleno embarazo y no sabes como sobrellevarlo lo mejor posible? Tranquila, aquí te dejo una serie de cuidados saludables que te harán el periodo mucho más sencillo. Es más, disfrutarás como nunca del verano.
- Utiliza ropa fresca: viste ropa liviana y amplia, que reduzca la sensación de calor que se siente durante la época estival y que se ve incrementada por el hecho de estar embarazada. Opta por blusas o vestidos de algodón, lino o seda que no se peguen al cuerpo, y por colores claros que alejen los rayos del sol.
- Hidrátate a todas horas: si en circunstancias normales los expertos aconsejan beber dos litros de agua al día, durante la gestación, y especialmente en verano, cobra mayor relevancia beber líquidos, ya que con el sudor disminuye la cantidad de agua que fluye habitualmente por el organismo pudiendo ocasionar cuadros de deshidratación con graves consecuencias para el bebé. Los labios rajados o secos, el estreñimiento y por supuesto la sed son síntomas inequívocos de deshidratación.
- Consume alimentos ligeros: los platos frescos (ensaladas, gazpachos, cremas frías…) son convenientes para la alimentación de la embarazada, ya que en la mayoría de las ocasiones son los que más vitaminas y minerales contienen. Consumir frutas y verduras de hoja verde no sólo te proporcionará la alimentación saludable que precisas durante la gestación, sino que su bajo contenido calórico y la posibilidad de tomar la mayoría de los platos en frío, disminuirá la sensación de calor y la pesadez tan común que se siente después de comer.
- ¡Muévete!: las altas temperaturas y el embarazo causan retención de líquidos. Pies y tobillos aparecerán hinchados durante el día y esto se intensificará durante la noche, síntoma que se verá agravado por el exceso de calor. Mantener las piernas elevadas y utilizar algunos de los productos que existen a la venta para este malestar podrá aliviarlo. Sin embargo, la solución más práctica y saludable es realizar ejercicio, ya que activa la circulación sanguínea.
- Refréscate a menudo: no sólo a través de las bebidas, los baños en las piscinas o en la playa, en casa también puedes obtener el frescor que necesitas. Las duchas bajarán la temperatura corporal y eliminarán la sensación pegajosa que provoca la humedad ambiental. Además, si una vez salgas de la ducha te aplicas alguna crema hidratante, tu piel agradecerá por más tiempo esa sensación de frescor.
- Poco rato al sol: lo mejor es evitar la exposición solar. No solo para evitar que la sensación de calor sea aún mayor, sino para reducir la aparición de manchas en la piel, especialmente en el rostro (cloasma), como consecuencia del cambio hormonal.
Foto | by Victoriia Z