Muchas veces llegamos a pensar que las cosas sólo nos suceden a nosotros, sin embargo la experiencia nos demuestra que casi todo está ya escrito. Es el caso del tema que traemos hoy a colación y que resulta mucho más habitual de lo deseado.
Se trata de una “manía” de ciertos niños a ingerir sustancias no alimenticias, con frecuencia la tierra, el yeso, tiza, papel… En realidad se trata de una enfermedad catalogada dentro de los trastornos de la alimentación, junto a problemas como la anorexia o la bulimia.
Tiene un nombre, se trata del “hábito de pica” y suele estar asociado a niños con problemas mentales, nutritivos e incluso carencias afectivas.
Si bien resulta habitual que los pequeños se lo lleven todo a la boca, ya que es su primer “sentido” para reconocer lo que les rodea, la conducta reiterada que le conduzca a ingerir de manera habitual este tipo de sustancias, debe ser evaluada por un especialista.
Además, si el problema persiste más allá del segundo año de vida, probablemente el pequeño necesitará asistencia psicológica, al igual que sus papás, para poder llegar a controlar lo que podría acabar siendo un serio problema, por lo que no debe descuidarse esta situación.
Por otro lado, debe saberse que además de las sustancias mencionadas, el hábito de pica puede impulsar al niño a “comer” otras cosas: insectos, pelo, tiza, ceniza de cigarrillo, trocitos de pintura… cualquier sustancia que no constituya ningún aporte nutricional.
Aunque el trastorno ha sido ampliamente estudiado, en realidad no se conoce la causa que lo provoca y si bien nos preocupa su aparición en los pequeños, hemos de decir que este problema también puede afectar a mujeres embarazadas, si bien los síntomas suelen desaparecer al mes de gestación y en casi en la totalidad de los casos la ingesta termina tras el parto.
A veces el tratamiento es difícil y sólo con medidas extremas de vigilancia, administración de aportes nutricionales, tratamiento farmacológico, apoyo psicológico y terapia conductual llega a solucionarse el problema.
ayi says
En la costa Colombiana se cree que es por parásitos.
Ana Pérez says
Gracias por tu aporte, ayi.
Un saludo.