El descanso perfecto es una de las máximas preocupaciones de cualquier padre. Pues bien, en este sentido, es importante que el niño tenga unos horarios regulares para que así tenga un hábito, es decir, para que su organismo se acostumbre a unas rutinas determinadas. Además, también es positivo darle un baño relajante antes de ir a dormir. El baño no sólo es un elemento de la higiene del niño sino también, una forma de relax, un tiempo para compartir espacio en familia, es decir, para el niño es una forma de fortalecer los vínculos afectivos.
Después del baño, puedes darle un masaje a tu bebé antes de ponerle un pijama abrigado para el invierno. Por supuesto, también es esencial abrazar al niño, cogerle en brazos, darle cariño antes de despedirte, darle las buenas noches y echarle en su cuna. Una idea muy positiva es la de colocar una lámpara infantil en la mesilla de noche. El niño dormirá más tranquilo ante la ausencia de sus padres en caso de que en la habitación haya algo de luz.
Además, también hay que tener en cuenta que los niños pueden tener pesadillas y sentir angustia ante la preocupación de la oscuridad. Por ello, los padres tienen que tener paciencia y reaccionar con cariño y comprensión ante el llanto que es una señal de alarma. De que el peque no se encuentra bien. Lo más cómodo es poner la cuna del niño en la misma habitación de los padres para poder observarle en cualquier instante. Por otra parte, el pensamiento positivo es esencial en la educación del bebé, por ello, nada como despedir el día con una nana. Una melodía tradicional con la que han crecido niños de todas las generaciones.
Imagen: Definión ABC
[…] al despertar el techo de su habitación y es el último elemento que tiene antes de cerrar los ojos para dormir. Y es que, los niños se acuestan en su cuna boca arriba. Por tanto, anímate a crear un techo […]