El “dolor de barriga” es un problema muy frecuente y una de las primeras causas de consulta al pediatra. Afortunadamente, en pocas ocasiones va a necesitar tratamiento quirúrgico, aunque la inflamación del apéndice cecal, que oridina una apendicitis aguda, es una de estas ocasiones.
Se trata de la enfermedad quirúrgica más frecuente durante la edad pediátrica, y por tanto la apendicectomía o extirpación del apéndice cecal, se convierte en la intervención quirúrgica más frecuentemente realizada.
Pero no hay que asustarse porque, en general, el resultado de esta operación es excelente y nuestro hijo podrá volver a hacer vida normal en pocos días.
El apéndice vermicular, apéndice cecal, apéndice vermiforme o simplemente apéndice no es más que un resto embrionario, un pequeño trozo de tubo intestinal sin salida por un lado y por el otro conectado al ciego, como si fuera un pequeño dedo de guante. Está situado entre el intestino delgado y el ciego o principio del intestino grueso (también llamado colon).
Se cree que tiene una función inmunológica, y actúa como reservorio de bacterias “buenas o útiles para el organismo”. Por ejemplo en caso de diarrea, desaparecerían todas las bacterias “buenas”, pero cuando se cura la diarrea, las bacterias “buenas o útiles” saldrían del apéndice para invadir el colon y luchar contra los gérmenes invasores.
Suele medir entre tres y 10 cm de largo, y no sobrepasa normalmente el medio centímetro de diámetro, pero varía según la edad de los niños. Se encuentra en el lado derecho del abdomen, en la parte baja (en la llamada fosa iliaca) y por encima de la ingle derecha. Aunque hay que tener en cuenta que algunos niños pueden tener el apéndice en sitios distintos.
Imagen: dollkid