Estoy haciendo referencia a la hucha o alcancia que, generalmente, tiene forma de cerdito y que sigue siendo la imagen del ahorro para los niños, aquello que les recuerda que si ahora “renuncian” a disfrutar inmediatamente de aquello que su dinero pueda reportarles (¿tal vez unas chuches?), en un futuro podrán tener algo mucho mejor que desean (¿una buena pelota?).
Para ellos, ese “sacrificio” de hoy tendrá una recompensar en el futuro, pero eso sí, tendrán que tener muy clara su decisión puesto que tendrán que romper el cerdito para sacar las monedas y utilizarlas para el fin que han decidido.
Estas huchas pueden ser hoy en día de diferentes materiales y tener formas muy diversas (casitas, simples botes, animales…), e incluso hay algunas con un simpático mecanismo que introduce la moneda en su fondo simulando de forma graciosa, por ejemplo, que un hipopótamo se come la moneda o que un trenecito se la lleva al fondo de un túnel. En este caso no suele ser necesario romperlas para sacar el dinero ahorrado, incluso las más sencillas huchas de plástico y otros materiales hoy en día incorporan una ruedita o casquillo que se puede quitar para extraer las monedas.
Imagen: blogfinanzas
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