Desde que tu pequeñín nació estabas deseando llevártelo a casa para comenzar vuestra vida juntos, en ese cuarto que habías preparado para él con tanto amor, cuidarle con mimo, no separarte de él ni un minuto al día… Ahora ya ha llegado ese momento y tras dos días, la realidad ha reemplazado esa imagen idílica que habías construido. Llora, se despierta cada poco, siempre quiere comer, hay que cambiarle el pañal… ¡No descansas ni un minuto! Y por si fuera poco, todos quieren conocerle y no paras de recibir visitas, con la casa manga por hombro, y tú sin poder ducharte.
No te confundas: ni eres un desastre de madre, ni le quieres poco, ni eres incapaz de organizarte. Los primeros días en casa con el bebé suelen ser bastante duros. Tener un hijo te cambia la vida, pero no eres consciente de ello hasta que no os encontráis bajo el mismo techo.
Mal de muchas… soluciones para otras
Precisamente porque muchas mamás ya han pasado por ello, poner en común dudas y preocupaciones ayuda, y mucho. Por eso es interesante acudir a grupos de preparación al parto para escuchar como otras madres se han enfrentado ya a los primeros días en casa y las armas que han utilizado.
Los grupos de lactancia y posparto también pueden ser un buen aliado, aunque hay que ser realista: no tendrás tiempo para ir hasta que no hayas superado los duros primeros días. Mientras tanto, no está de más seguir los consejos de tu matrona de la maternidad y pedir a tu gente de confianza que te eche una mano.
Sí, ¡tú eres importante!
Está claro que el pequeñín es tu mayor prioridad, pero tú también debes cuidarte. ¡Nadie puede reemplazar a mamá! Cualquier otra obligación o exigencia (preocupación por el trabajo, por la casa…) puede acabar en agotamiento. Es necesario saber administrar bien las energías:
- Está claro que el papá tiene que tomarse las semanas de permiso que le corresponden y, si es posible, juntarlas con las vacaciones. Todo tiempo extra será poco para aclimatarse al nuevo miembro de la familia.
- Pero tampoco está de más organizar, durante el embarazo, un pequeño grupo de ayuda (dos o tres personas) para, al menos, el primer mes de posparto. Ellos se encargarían de las labores de la casa, el cuidado de los niños mayores (si los hay), la compra o la comida.
- Y si te preocupa que tu hijo mayor se sienta desplazado porque no puedes estar pendiente de él como te gustaría, deja a los abuelos o a los tíos que se encarguen de él. También se sentirá especial realizando actividades lúdicas a la salida del cole y recibiendo mimos extra. Mientras está en casa, puedes involucrarlo (jugando juntos a cuidar al bebé, por ejemplo), pero sin pedirle responsabilidades.
Una dosis extra de energía
De lo que comas y de lo que descanses dependerá, en gran parte, la sensación de bienestar que puedas sentir. Es cierto que es casi imposible seguir unos horarios establecidos, pero hay que tratar de no descuidar la alimentación y las horas de sueño. Para sentirte mejor:
Déjate seducir por los tupper de la abuela o de tu madre. Ellas estarán encantadas de poder ayudarte ofreciéndote sus mejores guisos y así, además, comerás algo casero y sano.
Es esencial seguir una alimentación equilibrada para no sentirte aún más débil.
- A la fruta, verdura y cereales, añade frutos secos, que te van a dar un extra de energía (no es el momento de preocuparse por las calorías) y toma suplementos de levadura de cerveza (no llegan al bebé pero, sin embargo, ayudan a aprovechar más los nutrientes).
- Un suplemento de salvado y avena en comprimidos te ayudarán a reajustar el ritmo intestinal, si tienes problemas de estreñimiento.
- Sería aconsejable que te resistieras a esos dulces que te regalan las visitas. Aunque es cierto que tu cuerpo te lo pide, porque son una fuente de energía rápida, también conllevan una caída muy brusca (lo que se traduce en una mayor apatía, precisamente lo que quieres evitar). Ocurre igual con los alimentos picantes.
Y descansa siempre que puedas. Ya se sabe que es muy difícil dormir lo suficiente con un bebé tan pequeño en casa. Así que si te quedas adormilada en el sofá mientras tu bebé se echa un sueñecito, déjate llevar y no te sientas culpable por ello. Todo lo demás puede esperar.
¿Superwoman? Solo en los cómics
Nadie llega a todo y menos con un recién nacido. No hay que estar perfecta para las visitas, ni tener la casa impecable, ni preparar platos exquisitos, ni tener la nevera llena para agasajar a todos… Ya llegará el momento de pensar en esas cosas.
Tampoco te agobies con compromisos innecesarios, no quedes con nadie hasta que no te apetezca. Es tiempo de estar con tu bebé, de disfrutar juntos y de empezar a conoceros.
Fotos | Jlhopgood; Margus Kulden; Omer Unlu
[…] aprovechar este tiempo que vas a pasar leyendo libros, ya sabes que cuando nazca el bebé tu tiempo se verá más limitado y estarás más cansada. También puede aprovechar para informarte con revistas relacionadas con el […]