¿A qué niño no le gusta jugar con plastilina? Todos, tanto peques como a mayores, disfrutamos haciendo alguna figurita y dejando volar a nuestra imaginación, pero tras una sesión de moldeado, la plastilina se ensucia, los colores se mezclan y con el tiempo se pone dura quedando inservible.
Ahora podemos hacer nuestra propia plastilina en casa y así no preocuparnos si se estropea o ensucia, ya que siempre podremos hacer nueva. Vamos allá con la receta:
Ingredientes:
- 2 tazas de harina
- 2 tazas de agua templada
- 1 taza de sal
- 2 cucharadas soperas de aceite vegetal (girasol)
- 1 cucharada de cremor tártaro (es para mejorar la elasticidad, si no lo encontrais podéis usar un poco de levadora Royal).
- Colorante para alimentos (en líquido, polvo…)
- Aceites perfumados
Pasos:
Mezcla todos los ingredientes (salvo los colorantes y aceites perfumados) y remueve la mezcla a fuego medio. La masa comenzará a espesarse hasta que se vaya pareciendo a un puré de patatas.
Cuando la masa se vaya compactando, separándose de los bordes y quedándose en el centro, retira la cazuela del fuego y deja la masa enfriar lo suficiente como para que podamos manipularla sin quemarnos. En caso de que la masa siga siendo pegajosa, tan sólo habrá que seguir cocinandola un poco más de tiempo, removiendo todo el tiempo hasta que se vaya quedando más seca y con textura como de plastilina.
Coloca la masa en un salvamanteles de plástico o en una bandeja (también de plástico), y amásala hasta que esté bien suave. Ahora, divide la masa en bolitas pues vamos a pasar a darles color. Para ello, haz un agujerito en cada bola y dentro pon un par de gotitas de colorante alimenticio, es recomendable que ahora uses unos guantes (de plástico o látex), porque tus manos se mancharan mucho y si vas a usar varios colores, éstos se van a mezclar y las bolitas no van a quedar bien, añade tambien unas gotitas de aceite perfumado. Amasa bien las bolas y si el color fuera muy pálido, pues vuelve a hacer un agujero y añadir un par de gotitas repitiendo el proceso de amasado.
¡Disfruta de tu plastilina junto a tus hijos! Es totalmente comestible (aunque un poco salado) con lo que es seguro para los niños. Cuando terminéis de jugar, o simplemente si has preparado la masa para dentro de unos días, colocala en un recipiente hermético, si se empieza a secar se puede añadir agua y si se pone muy húmeda, pues se puede calentar para eliminar ese exceso de agua. Si queréis conservar alguna figurita, siempre se puede hornear a temperatura no muy alta.