Recuperarse tras haber sufrido una cesárea, será un proceso mucho más lento que si el parto hubiera sido de forma natural, ya que por un lado la mujer deberá recuperarse tanto del parto en sí, como de la operación, de manera que el proceso será mucho más largo.
A excepción de las molestias en el perineo que sufren las mujeres de parto natural, el resto de dolores y malestares son los mismos, coincidiendo en los entuertos, los loquios, la congestión en los pechos, etcétera. Y si a todo esto, le unimos que tiene ya al bebé a su cuidado, debemos también añadir por tanto el cansancio, el estrés, y la frustración por no poder atender como ella quisiera al pequeño por encontrarse postrada en la cama durante las primeras horas.
¿Cuáles son las molestias que la mujer va a sufrir tras una cesárea? Pues, obviamente dolor en la zona de la incisión, así como vómitos, unido esto a la incomodidad de tener que estar conectada a un gotero, o a una sonda en el caso de que no pueda orinar. También tendrá que permanecer en la cama hasta que los médicos digan lo contrario, y las primeras veces que se levante y comience a andar sufrirá unos fuertes dolores (se recomienda hacer esto intentando siempre permanecer recta).
Pero será la cicatriz la que a la larga pueda dar mayores complicaciones, ya que podrá infectarse, se sentirá un estado adormecimiento alrededor de ella en la zona del abdomen, así como picor, tirantez, etcétera.
No obstante, la mayoría de las mujeres que han sufrido una intervención de este tipo, coinciden que, pese a que las primeras 24 horas son difíciles de llevar, la recuperación después se hace muy notable día tras día, sintiendo una gran mejoría a medida que las horas van transcurriendo (siempre y cuando todo vaya de forma correcta y sin complicaciones).