Quizá una de las frustraciones más extendida entre los adultos -tanto progenitores como cuidadores y personal clínico- sea “entender” el nivel de dolor por el que un niño está pasando, cuando este aún no posee la capacidad de comunicarlo verbalmente.
La impotencia es inmensa pero aún más, ésta resulta realmente demoledora en el caso de los profesionales de la medicina, quienes sin un buen instrumento que les permita dilucidar el grado de dolor al que está sometido el pequeño, ha de aventurarse a un diagnóstico bajo la ausencia de medición de uno de los síntomas más importantes.
Hasta ahora existían algunas escalas que podían medir ese dolor, sin embargo métodos como “Cheaps” son de origen anglosajón y el instrumento sólo resulta aproximado para los especialistas de habla hispana, ya que la valoración depende de una traducción.
Ahora y gracias a las investigaciones de un grupo de profesionales del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ha sido validada la primera escala en español para evaluar el nivel de dolor en niños en edad preverbal, esto es entre los 0 y los 6 años.
La escala hispana se llama “Llanto” y el nombre resulta ser un acrónimo de llanto, actitud, normorrespiración, tono postural y observación facial; palabras que, como una regla nemotécnica, llevarán al profesional a una interpretación válida de los signos que ofrece el pequeño y traducirla en una escala de dolor.
De este modo, el personal sanitario puede identificar a los niños que padecen un dolor agudo tras una intervención quirúrgica y saber a qué grado de sufrimiento se están viendo sometidos y si el tratamiento está siendo eficaz y es el más adecuado.