Durante la etapa del embarazo pueden surgir diferentes molestias dependiendo de cada mujer, una de ellas son los calambres en las piernas que por regla general se sufren por la noche, e impiden el correcto descanso. Este problema se puede dar durante cualquiera de los tres trimestres del embarazo, siendo más frecuentes en el segundo y tercero.
Los calambres son espasmos que el músculo sufre en la parte posterior de los muslos y en las pantorrillas, y se pueden deber a diferentes causas, siendo tres las principales:
– Falta de calcio en sangre.
– Un exceso de fósforo.
– Por cansancio, o por la presión ejerce el útero en determinados puntos del sistema nervioso.
Para poner remedio, previamente habrá que reconocer la causa, por ello habrá que preguntar al médico cuál puede ser ésta. En el caso de que sea cualquiera de las dos primeras mencionadas, se administrarán pastillas de calcio o se recomendará no ingerir fósforo (siempre, como decía, bajo la supervisión médica).
Por otro lado, hay que evitar medias y calcetines con elástico, sobre todo aquellos que ejerzan demasiada presión en las piernas. En el mercado, existen medias especiales para embarazadas que evitan esto y ayudan a la correcta circulación. También se recomienda que mientras la mujer esté tumbada, ésta mantenga las piernas elevadas a la altura del corazón, así como andar alrededor de 1 hora todos los días. Y hay que evitar el cansancio extremo para que las piernas no sufran.
Si durante la noche se tiene un calambre, suele ayudar el hecho de sacar la pierna fuera de la cama y pisar con el pie el suelo frio. Otro método que suele funcionar cuando se dan estos casos, es estirar todo lo posible la pierna y flexionar el tobillo y los dedos del pie despacio hacia arriba.