A nadie le sorprende ya encontrarse a muchos papás paseando a dos hermosos bebés mellizos. Y es que el número de embarazos de gemelos ha aumentado de manera considerable en los últimos años. Hoy, en España, de dos o tres embarazos de cada cien son gemelares debido, sobre todo, al aumento de tratamientos a los que se someten las parejas que no pueden tener hijos. Pero también hay mujeres que se quedan embarazadas de dos niños sin intervención de la ciencia.
En el 70% de los embarazos gemelares han sido fecundados dos óvulos, por lo que se podría decir que se originan dos embarazos diferentes, ya que cada feto se desarrolla en una bolsa amniótica distinta y tiene su propia placenta. Es lo que popularmente se conoce como mellizos, aunque el término médico es gemelos dicigóticos, porque provienen de dos huevos o cigotos diferentes. Los niños pueden ser de diferente sexo y no parecerse nada físicamente, como dos hermanos concebidos con años de diferencia.
Este tipo de embarazo gemelar es más frecuente con antecedentes familiares (la madre o una abuela que haya tenido mellizos). La causa es que esta mujeres ovulan dos veces, por lo tanto hay dos óvulos preparados para ser fecundados, incluso en diferentes coitos. También es frecuente en los tratamientos de fertilidad que provocan de manera artificial una mayor producción de óvulos y en las fecundaciones in vitro en las que se implanta a la mujer más de un embrión.
Los embarazos de gemelos idénticos (aproximadamente el 30 por ciento) se originan cuando el huevo o cigoto, tras la fecundación de un solo óvulo, se divide espontáneamente en dos partes iguales, originando dos embriones exactos genéticamente. Los bebés serán siempre del mismo sexo y tan iguales que resultará muy difícil distinguirlos. Es lo que popularmente se conoce como gemelos, aunque el término medio es gemelos monocigóticos, es decir, de un solo huevo o cigoto.