Hay muchos lugares a los que sí puede acompañarnos el bebé, aunque a veces ello implique añadir algunas incomodidades extra.
- Supermercados y grandes almacenes: hay que ser lo más rápido posible en las compras (los bebés se cansan pronto). Llevaremos biberón o potito y un pañal, por si acaso. Si nos acompañan papá o los abuelos, estaremos mucho más relajados.
- Papeleos y gestiones sencillas: siempre que sean breves. Montado en su cochecito o en su silla permanecerá tranquilo y nosotros podremos resolver el papeleo. Si cogemos el metro o el autobús, nos vendrá estupendo recurrir a la mochila portabebés.
- Ir a la farmacia, hacer compras pequeñas… Iremos con él cuando carguemos poco peso.
- Visitar a unos amigos: llevar al bebé suele ser compatible, sobre todo si en la casa también hay niños pequeños.
- Salir de viaje: salvo que se trate de negocios, el bebé puede acompañarnos. Eso sí, será imprescindible que llevemos con nosotros su equipo completo.
Cosas que le ayudan en caso de tener que separarnos de él:
- A partir de los cinco meses algunos juegos como el cucú-tras o cualquier otra variedad del escondite (con personas o con objetos) le enseñan que, aunque mamá se vaya, siempre termina regresando.
- Hacia los seis meses son útiles las cajas-sorpresa, porque contienen un muñeco que surge de repente y luego desaparece.
- Entre los siete y los doce meses le podemos mostrar trenes que pasan por un túnel (no los ve pero sabe que están ahí) y jugamos a comunicarnos con un teléfono infantil desde un cuarto contiguo.