Muchas mujeres dudan si realizar o no la preparación al parto porque van a parir con epidural, porque ya tienen otros hijos o porque tienen tanto miedo a dar a luz que prefieren no pensar en ello hasta que llegue el momento, lo cual es un error.
La finalidad de los cursos alternativos de preparación al parto es la misma que la de preparación convencional y, de hecho, la mayoría ofrecen una parte teórica muy parecida. Normalmente, en los cursos alternativos se suele hacer más hincapié en los aspectos psicológicos y emocionales de la madre.
La diferencia entre unas y otras radica en las técnicas empleadas y en el tipo de entrenamiento físico que realiza la embarazada. Por lo general, estas clases únicamente se suelen impartir en centros privados. No obstante, algunas aseguradoras médicas también tienen establecidos conciertos con estas entidades privadas.
¿Cuándo conviene comenzar las clases, ya sean convencionales o alternativas?
La mayoría de los centros (públicos y privados) suelen comenzar la preparación en la semana 28ª. No obstante, en muchos centros de la sanidad pública hay dos sesiones antes, entre las semanas 12ª y 16ª, en las que se explican los cuidados propios de este periodo y las soluciones a los problemas típicos que puedan surgir. En los cursos alternativos (yoga, entrenamiento en el agua…) lo habitual es que los programas estén concebidos para toda la gestación. Lo ejercicios se adaptan trimestre a trimestre.
¿Hay que hacerlos en todos los embarazos?
No viene nada mal repetir, ya que los cursos ayudan a recordar cómo respirar durante las contracciones o la forma en la que se debe empujar en el expulsivo. Otra razón es que es posible que haya habido cambios en las técnicas que resulten interesantes. Además, la experiencia de una madre no primeriza puede ayudar mucho a otras embarazadas y disminuir sus miedos.