Hoy os hablaremos de los distintos tipos de cursos alternativos para la preparación al parto: Haptonomía, Yoga y Pilates.
Haptonomía
El objetivo de esta técnica es fortalecer los vínculos afectivos entre la madre, el padre y el bebé a través del tacto (tocando el abdomen materno). Los expertos aconsejan empezar en cuanto se perciban los primeros movimientos fetales y no más tarde de la semana 27ª, pues se requiere un mínimo de 8 clases adaptadas a las fases del embarazo y al desarrollo fetal. Las sesiones duran una media hora.
Se transmite seguridad y afecto al feto. En la madre, este tipo de prácticas reduce los niveles de ansiedad: le hace contemplar el parto desde una perspectiva más amable.
Para que la conexión con el bebé sea óptima, es imprescindible que el padre se implique y asista a clase. La haptonomía es al mismo tiempo una preparación al parto y un método de estimulación prenatal.
Yoga
Fundamentalmente se realizan asanas (posturas propias del yoga), especialmente adaptadas a la gestación y en las que se trabajan las zonas que van a estar más implicadas en el parto (pelvis, vejiga y parte baja de la espalda). También se hacen ejercicios de relajación y control de la respiración. La duración de las clases y su periodicidad varía según el centro. Las sesiones son fundamentalmente prácticas.
Además de aumentar la flexibilidad y favorecer la circulación sanguínea (con lo que se asegura una mayor oxigenación al feto), se consigue un estupendo control de la respiración que resulta muy útil en el momento de la expulsión.
Si antes del embarazo no se ha practicado yoga, hay que esperar hasta el tercer mes para empezar. Es también muy importante no hacerlo por cuenta propia, ya que muchas de las asanas están contraindicadas durante la gestación.
Pilates
Se trata de adaptar los ejercicios y aparatos del método Pilates a la gestación en general y al tercer trimestre del embarazo en particular. Con esta disciplina se hace especial hincapié en el trabajo de suelo pélvico. Las clases, de una hora de duración, incluyen nociones teóricas sobre el parto y el postparto y siempre finalizan con unos minutos de relajación que vendrán muy bien a las futuras mamás.
La respiración que se trabaja en el último trimestre de la gestación resulta muy útil de cara al parto. Los ejercicios que se realizan mejoran la circulación sanguínea y aumentan la elasticidad. Si no existe ningún tipo de contraindicación médica, se puede practicar desde el principio del embarazo.
Es importante que el profesor conozca de primera mano las molestias o problemas de cada una de las asistentes para que pueda diseñar la clase a medida, aconsejando la postura, la elección del aparato, la duración de cada ejercicio, etc.