El calendario escolar no sólo está lleno de exámenes, deberes, tareas y asignaturas más o menos divertidas. Es decir, lo lúdico también tiene acto de presencia en la vida académica de los centros de estudios. En el mes de diciembre llegan las fiestas de Navidad y allí los niños tendrán un punto de inflexión largo para vivir lejos de la rutina.
Sin embargo, en breve, una tradición de Estados Unidos hace acto de presencia en los colegios. Halloween es una oportunidad para que los niños se disfracen. Pero además, el hecho de buscar un disfraz también potencia la creatividad de los niños ya que en más de una ocasión, son los propios niños los que con ayuda de la profesora crean un disfraz en el cole.
Por esta razón, también existe la opción de optar por un disfraz a nivel individual o de elegir todos en grupo un mismo disfraz. El tiempo de ocio es positivo a nivel emocional sencillamente, porque permite a los niños dejar atrás la presión y el estrés que a veces produce el exceso de actividades a lo largo de la semana. Pero también es verdad que no a todos los niños les gusta disfrazarse.
Por ejemplo, aquellos que son más tímidos tienen más barreras emocionales en este sentido. Las tiendas de disfraces venden mucho más durante estas fechas al igual que sucede en Carnaval. Y eso siempre es positivo en tiempos de crisis. El miedo es la temática principal de Halloween, sin embargo, conviene no asustar demasiado a los más pequeños de la casa. Es mejor vivir este día con naturalidad, diversión y alegría. Pero sin llevarlo al extremo de sentir terror. La cuenta atrás para la fiesta de Halloween en los colegios ya ha comenzado. ¿Te sumas a la fiesta?
Imagen: Navidad.es