Podemos hidratar la piel del recién nacido con una crema hidratante sin perfume, si es necesario porque el niño tenga tendencia a piel seca. Extenderemos bien la crema por la superficie corporal, pero evitando las manos y la zona alrededor de la boca. También deben evitarse los polvos de talco, ya que el niño puede aspirarlos, por lo que deberemos recurrir a talcos líquidos que no presentan este riesgo.
Si la piel del bebé es delicada en general, aún más lo será en la zona del pañal. Lo primero que deberemos tener en cuenta es realizar cambios frecuentes de pañal, para evitar el contacto prolongado con orina y las heces. La zona se lavará con agua y jabón, de adelante a atrás, y se secará sin frotar. Finalmente, para evitar enrojecimientos e irritaciones, se puede aplicar una crema protectora tipo bálsamo o pasta en esta zona, preferentemente por la noche.
El uso continuado de toallitas desechables en cada cambio de pañal no es lo más adecuado, pero sí que se podrán usar puntualmente siendo útiles al estar fuera de casa, cuando vamos a dar un paseo, etcétera.
Es frecuente echar colonia a nuestros bebés. A pesar de que existen muchas en el mercado especialmente recomendadas para los niños, puede ser que le produzcan irritaciones y alergias, por lo que lo más recomendable es ser cautos y poner algunas gotas en la ropa, en vez de en la piel del pequeño directamente.
Se debe tener cuidado también con las pinturas (uñas, labios, etc.) que vienen en forma de juego para las niñas, así como con los tatuajes, su uso suele dar origen frecuentemente a lesiones de tipo alérgico.
Imagen: cuidadodelapiel