La obesidad no es un factor único de una etapa de la vida y es que, una mujer embarazada, más allá de que por ley natural coge unos kilos de más. La realidad es que también puede coger sobrepeso. Dicha situación no es nada saludable ya que además, después del parto el esfuerzo para recuperar la línea es mucho mayor.
Por ello, debes ser muy perseverante a la hora de seguir las indicaciones del médico, seguir la dieta y cumplir con sus consejos. Pero además, conviene precisar que la obesidad también es un obstáculo mayor a la hora de quedar embarazada. Por otra parte, las mujeres obesas también tienen más riesgos ante un embarazo porque pueden sufrir un aborto. Por ello, en caso de que estés pensando en ser madre, debes pensar en la posibilidad de analizar tu bienestar físico del momento para que en caso de que sea necesario, iniciar una dieta con la recomendación médica necesaria para poder estar saludable de cara a iniciar un proceso de gestación.
Además, un embarazo con obesidad también implica mayor cansancio y agotamiento físico. Por tanto, las molestias corporales también pueden ser mayores. Bajar de peso no es un proceso rápido que se produce de un día para otro más allá de la esperanza que venden las dietas milagro. Es decir, perder kilos es cuestión de responsabilidad y de salud. Por tanto, cuida tu alimentación, realiza ejercicio físico y, ante todo, sigue los consejos del médico.
Además, ten en cuenta que en pleno proceso de gestación nunca se debe realizar una dieta ya que no es el momento adecuado para ello. En el embarazo debes alimentarte bien por ti misma y también por el bebé. Al igual que vale la pena dejar de fumar antes de quedarte embarazada, también merece la pena que controles tu peso.
Imagen: Me gusta ser mamá