A los 5 o 6 meses el bebé (la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva hasta los 6 meses) ya está preparado para añadir a su dieta alimentos nuevos, y, aunque la leche (ya sea materna o artificial) seguirá siendo durante mucho tiempo su principal fuente de alimentación, a esta edad comenzarán las novedades (la edad para hacerlo dependerá del criterio de cada pediatra).
Primeramente al bebé se le incorporarán los cereales (en un principio siempre serán cereales sin gluten). ¿Cómo hacerlo?, pues siempre poco a poco, no hay prisa y por tanto lo interesante es que se vayan acostumbrando a lo nuevo. En ningún momento se le añadirán grandes cantidades al principio, ya que de esta forma es más fácil el rechazo tanto por parte del niño, al sentir algo diferente, como por parte de su cuerpo. De manera, que se puede comenzar añadiendo un cacillo de cereales en el biberón, principalmente en la primera toma de la mañana, y en la última del día (esta toma nocturna también ayudará a que el bebé duerma más horas, si es que aún se despertaba frecuentemente, aunque esto no se debe considerar como motivo para introducir los cereales, ni para añadir una mayor cantidad).
El hecho de añadir los cereales a su alimentación les ayudará no solamente a crecer y a tener una alimentación completa (volvemos a hacer hincapié en que debe ser el pediatra el que aconseje su introducción, ya que será él el que mejor sabrá si el organismo del niño está preparado para ello), sino que también servirá para que los bebés se acostumbren tanto a los nuevos sabores, como a las nuevas texturas.
Por regla general, los cereales sin gluten no supondrán un problema para el bebé, ya que son fáciles de digerir.