El bebé sigue con sus adelantos a la hora de andar, la práctica le ha llevado a controlar su cuerpo y mantener el equilibrio, siendo capaz ahora de subir escaleras y bajarlas, aunque aún es pronto, y es normal que tropiece habitualmente. Es por ello que durante esta época muchos de los bebés tengan frecuentemente heridas en las piernas o en los codos, de manera que nunca estará de más estar prevenidos y contar con un botiquín a mano.
El lenguaje también se va enriqueciendo mes tras mes, y su memoria, que aún sigue en proceso de desarrollo, llegará a sorprender a los padres en más de una ocasión.
Es un buen momento, ahora que muestra interés por los otros niños, que se le anime a jugar a con ellos, proponiéndoles cosas para hacer, y jugando si es necesario con ellos para que el bebé se acostumbre a hacerlo, la sociabilización hay que potenciarla y cuanto antes aprendan a interactuar con los demás niños más rápido será ese proceso. Esto lo tienen más fácil aquellos que van a la guardería ya, y en el caso de que no lo hagan, se debe intentar que se relacionen de alguna forma, bien quedando con otros padres con niños, o bien llevándolos al parque o a sitios frecuentados por los más pequeños.
Los libros son una fuente perfecta para enseñar a los bebés desde temprana edad, siendo muy útiles en los comienzos aquellos que muestran colores, texturas, o formas. Pero no hay que limitarse, y ya a esta edad (e incluso mucho antes) el padre o madre puede sentarse con ellos y leerles un cuento, esto es algo que les terminará por encantar, e incluso les puede llegar a tranquilizar tras una de sus habituales rabietas.