La felicidad es un factor que influye en la autoestima del niño desde los primeros meses y años de vida. Sin embargo, un bebé no es responsable de su bienestar sino que depende de otras personas para poder ser feliz. La felicidad del bebé depende de varios factores:
1) En primer lugar, es fundamental que tenga las necesidades básicas cubiertas, es decir, que tenga un hogar estable, con calefacción para protegerse del frío en invierno, que tenga las comodidades propias de su edad, que tenga alimento… Estas necesidades básicas también son extensibles a la etapa adulta.
2) Por otra parte, el bebé también necesita mucho cariño. El bebé nota el cariño y el amor a través del contacto físico, de los abrazos, de un beso… En este sentido, es recomendable mostrar el afecto con regularidad a través de actos tan sencillos como dar un masaje a un bebé.
3) Se deben evitar las discusiones de pareja fuertes delante del bebé. Aunque parezca que no se entera de nada, la realidad es que los niños captan las emociones desde los primeros meses de vida.
4) Ir a la guardería también es algo muy positivo para muchos niños ya que de este modo, se favorece la socialización del pequeño. El bebé pone en práctica las habilidades sociales y conoce a nuevos amigos desde sus primeros años. Por otra parte, a veces, llevar al niño a la guardería también es una solución para los propios padres que pueden conciliar de un modo más positivo la vida laboral y familiar.
5) En la rutina del bebé no deben faltar planes tan sencillos como dar un paseo,visitar a los abuelos, escuchar música relajante, jugar…