Ir al dentista es un hábito de salud y de higiene bucal esencial desde los primeros años de vida. Por ello, una vez comenzado el año, teniendo en cuenta que el mes de enero marca la tendencia de cómo se desarrollará el calendario vital, nada mejor que hacerlo con actitud positiva. Para ello, anímate y solicita hora para una consulta en el dentista.
Es importante controlar el estado de la dentadura de los niños, al igual que también es importante observar y analizar si el niño debe acudir al ortodoncista ante algún posible problema. Éste último, es el profesional que corrige posibles defectos o deficiencias en la dentadura con el tratamiento adecuado, por ejemplo, el uso de un aparato. Por otra parte, cuando los niños van al dentista también reciben algún consejo sobre cómo deben cepillarse los dientes.
Algo que les viene muy bien para aplicarlo a lo largo de todo el año. La imagen del dentista ha cambiado en los últimos años para convertirse en algo más cercano, es decir, el miedo al dentista es cada vez menor gracias a la información que se recibe sobre la importancia de tener al menos una revisión anual. De este modo, se pueden prevenir las caries, tener una higiene perfecta y favorecer el cuidado de la dentadura desde la más tierna infancia. Y es que, una sonrisa bonita es mucho más que estética y belleza. Lo más importante, es salud. Por ello, también se debe tener una alimentación saludable y evitar el abuso de los dulces.
Además, los padres también deben dar ejemplo a los hijos sobre estos hábitos de higiene saludable. De lo contrario, es muy difícil esperar que los niños sean aplicados en el cuidado de su boca.
Imagen: A solas contigo