Desde el Programa Perseo se indica que hay que controlar siempre los ingredientes de los platos que se van a usar en la preparación del menú, ya que es preciso eliminar totalmente el alérgeno, tanto el alimento en sí como los distintos productos que lo puedan llevar como aditivo o ingrediente. Se aconseja tener a la vista en todo momento (en la cocina) el listado de información de alérgenos, por si es preciso hacer una consulta rápida. Y ante la duda de la presencia de un alérgeno en el alimento, nunca se le dará al niño.
Además, la Guía de comedores escolares señala que se preparará primero la comida de los niños alérgicos, para evitar contaminaciones.
Eso sí, también se recomienda intentar que la comida de estos niños sea lo más parecida posible a la de sus compañeros, para que no se sientan demasiado diferentes.
En cuanto al tratamiento, es fundamental tener siempre la medicación oportuna en el centro, sobre todo para aquellos niños con alergias muy serias, cuya vida corre grave peligro si no se reacciona en tiempo.
En el caso de los celíacos, las precauciones han dado un paso más y se han convertido en ley. La nueva Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición indica que las escuelas infantiles y los centros escolares deberán garantizar menús alternativos para los intolerantes al gluten.
Imagen: medimanage
Se queda en el comedor escolar I – Se queda en el comedor escolar II