Una vez que los padres sean conscientes de la importancia de la relajación en los niños, se plantearán cómo conseguir que lleguen a ese estado. A simple vista puede parecer una tarea difícil, sobre todo cuando lo que se quiere es que bajen el ritmo cuando aún tienen ganas de jugar. Pues bien, precisamente utilizando el juego como arma, se podrá conseguir.
Como lo ideal para la mayoría de los padres, es que los hijos se empiecen a relajar al final del día para que lleguen tranquilos a la noche, lo mejor será dejarlo todo preparado de antemano para que después no les quede nada pendiente por hacer, como por ejemplo recoger su habitación. Una vez esté todo listo, se les invita a jugar con papá o mamá. A continuación os dejamos algunos juegos (pensados para niños de alrededor de los 5 años o más) para conseguir ese punto de relajación que se desea alcanzar (se puede poner música de ambiente tranquila, y bajar un poco las luces de la casa):
– Ejercicios de respiración. Se les puede decir que nos vamos a ir convirtiendo poco a poco en globo, y que deberemos inspirar despacito para que no explote. De esta forma durante unos segundos se cogerá aire poco a poco, para después, una vez “hinchados”, dejar escapar el aire del globo también despacio para deshincharlo.
– Tumbados en una colchoneta y con los brazos estirados por encima de la cabeza, se les pide que intenten estirar todo su cuerpo tirando de las manos hacia arriba y de los pies hacia abajo, de esta forma estirarán los músculos. Mientras mantienen la tensión se cuenta hasta cinco y a continuación relajan el cuerpo, para después volver a repetir la operación.
– Mientras permanecen tumbados, se les pide que cierren los ojos y que imaginen lo que se les va a ir contando. Los padres hablarán a los niños utilizando un tono de voz suave y tranquilo, presentándoles una historia con un escenario que les invite a la relajación, por ejemplo un bosque, un río, etcétera.
Como vemos la mayoría de los ejercicios propuestos invitan evidentemente a la relajación, por ser tranquilos. Sin embargo, pese a que pueda parecer que se les va a alterar, también una buena dosis de carcajadas les ayudará a relajarse.