La gripe causa estragos cada año durante la temporada invernal, por lo que es muy habitual que los niños no se escapen fácilmente de ella. Los síntomas son conocidos por todos: fiebre, dolor de garganta, tos, mocos, cansancio, dolores musculares… y en los peores casos también se pueden dar diarreas, vómitos, o convulsiones.
Ante todo, para dar respuesta a la pregunta que hacíamos, lo primero que hay que hacer si el niño coge la gripe es acudir a la consulta del pediatra, para que valore el grado de la enfermedad y para que sea él el que elija el tratamiento del niño. No hay que dejar de realizar estas visitas, ya que por regla general en los bebés menores de 3 meses se valora incluso la posibilidad de ingresarlo en el hospital.
En los casos de gripe común, el tratamiento será sencillo, administrando al niño algún antipirético para la fiebre. Unido a esto, se recomienda hacer varios lavados de nariz durante el día bien con suero fisiológico o con agua de mar.
Si además de los síntomas comunes también se dan vómitos y diarrea, habrá que controlar la dieta, y sobre todo tener especial cuidado de ofrecer líquidos al bebé, ya que se podría deshidratar.
La gripe por regla general suele durar entre 5 y 7 días en los casos más comunes, aunque si existe algún tipo de síntoma más importante a los habituales podría alargarse durante algunos días más. Es normal que los niños con gripe, estén cansados, tengan pocas ganas de comer, y estén adormilados… en esta etapa unido a las recomendaciones y al tratamiento del médico habrá también que administrar a los pequeños grandes dosis de cariño.