En breve, la primavera renueva de luz y de color el universo, la vida y el alma de las personas. Sin duda, se trata de una época perfecta que estimula al máximo los sentidos de los más pequeños de la casa y también, de los adultos. Es posible disfrutar de la belleza de un paisaje lleno de flores y con muchos matices diferentes. Enseña al niño a observar cada lugar diferente que visitéis. Hazle fijarse en los detalles. El parque en el que vais a jugar, la salida de la guardería, la entrada de la casa de los abuelos… De este modo, también favoreces su memoria visual.
Por otra parte, también puedes explicarle que las flores también crecen y que son seres vivos. De este modo, es bonito descubrir la naturaleza. Por ejemplo, analizar flores secas que han caído de los árboles. Aquellos niños que ya van al colegio, también pueden observar el tiempo que hace a través de la ventana, y después, elegir la ropa adecuada para hacer frente a la rutina. Del mismo modo, es positivo analizar los detalles de la ropa para combinar las prendas de la forma adecuada. De hecho, la moda de primavera viene cargada de detalles florales en el caso de las niñas y de tonos vivos.
Además, también es posible desarrollar todavía más el sentido del oído al escuchar el sonido de los pájaros y de los animales. O el agua del río. La naturaleza está cargada de sonidos que son un tesoro. Para estimular el oído del bebé, es fundamental que los padres le hablen constantemente desde los primeros días de vida.
Por supuesto, a la hora de ayudarle a disfrutar del sentido del gusto, intenta comprar frutas y verduras propias de la temporada para que el niño se acerque un poco más al sabor de los alimentos.
Imagen: La mar de libros
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