La introducción de los alimentos, como ya hemos dicho muchas veces, se irá haciendo poco a poco, cada alimento tiene su momento, y si los pediatras nos los dictan así, será porque es lo mejor para los niños. Por tanto no hay que tener prisa por darles productos antes de tiempo, esperar hasta el momento justo será lo más beneficioso para los pequeños.
En el caso del pescado, se aconseja, en la mayoría de los casos, comenzar a dárselo a partir de los nueve o diez meses. Es por todos sabido que el pescado es un alimento que aporta muchos beneficios al organismo, pero habrá que esperar hasta el noveno mes para que los niños lo ingieran.
Se comenzará con el pescado blanco, y el pescado azul se dejará para unos meses después, la razón es simplemente porque el pescado blanco es menos graso y se dirigiere mejor. Por regla general los niños toleran bien el pescado y al ir introducido en purés lo suelen comer sin mayores problemas, será más tarde, cuando son un poco más mayores, cuando algunos pondrán resistencia a comerlo.
Cualquier pescado blanco será bueno, como la merluza, el lenguado, el rape, o el bacalo fresco. La forma recomendada para prepararlo podrá ser cocido al vapor, asado en el horno, o a la plancha, en cualquier caso siempre sin sal y teniendo especial cuidado con las espinas. En los comienzos puede resultar más sencillo introducir el pescado en el puré junto a las verduras, comenzando, como con cualquier otro alimento, incorporando cantidades pequeñas al principio e ir aumentándolas poco a poco hasta asegurarse que el bebé tolera bien el nuevo alimento.
Foto obtenida de la web: cepolina.