Una de las cosas que a algunos padres les incomoda especialmente es dejar a sus bebés delante del televisor, muchos sienten como si estuvieran siendo “malos padres” por dejar que la vean, pero… ¿es tan preocupante que lo hagan?
La mayoría de los niños se quedan embobados cuando la televisión está encendida, ya desde muy pequeños se giran cuando la escuchan para ver de dónde procede el ruido, y se quedan fijos en ellas. A medida que van creciendo, su curiosidad por el aparato va creciendo, y mientras que unos simplemente quieren descubrir la procedencia del ruido, otros se entretienen viendo las imágenes que allí van saliendo. No todos demostrarán el mismo interés en los primeros meses, y gran parte de ellos mantendrán la mirada fija en la tele tan solo unos segundos, pero cuando crecen, la mayoría encontrarán en ella una buena aliada para el entretenimiento, y algunos se convertirán en verdaderos adictos… como es lógico se debe evitar llegar a ese extremo.
No se puede generalizar este tema, puesto que no es lo mismo hablar de un bebé de 9 meses que de un niño de 6 años, de manera que vamos a dividirlo en rango de edad que serán: menores de 2 años, y mayores de 2 años.
La mayoría de los pediatras no ven como unos ojos que un niño menor de 2 años se quede sentado frente a la televisión, incluso cuando lo que se emite son programas infantiles, de hecho, en algunos países están prohibidos los programas infantiles dirigidos a los menores de 2 o 3 años. Se considera que hacerlo puede interferir en su proceso de aprendizaje, y entre otras consecuencias, los niños que son expuestos (entendemos que aquellos que pasen mucho tiempo frente a la televisión) pueden tardar más tiempo en comenzar a hablar, así como otras consecuencias como: trastorno del sueño, irritabilidad, o problemas de atención.
Foto obtenida de: www.guardian.co.uk.