Como decíamos anteriormente los niños acostumbran a morderse las uñas porque es una vía de escape cuando están nerviosos, inseguros, etcétera, esta es la forma que ellos buscan para encontrar consuelo y tranquilizarse.
¿Qué hacer para que los hijos no se coman o muerdan las uñas? Ante todo hay que averiguar dónde está el problema, y descubrir por qué han cogido este hábito. Una vez conseguido llegar al fondo de la cuestión, los peques deben hacer un sobre-esfuerzo, ya que abandonar costumbres no es algo sencillo. Además, el niño siempre debe estar de acuerdo en que también él quiere dejar de hacerlo para conseguir el objetivo, no se le puede forzar, de hecho cuanto más se le prohíba que lo haga más estrés le producirá no hacerlo. Por tanto, antes de tomar medidas es interesante que los padres se sienten a hablar con el niño, lo convenzan por las buenas, y después busquen la forma más llamativa para que el niño deje el hábito.
Se puede optar por ofrecer recompensas, no necesariamente tienen que ser materiales. Por ejemplo, se le puede proponer que si está todo un día sin morderse las uñas, al día siguiente papá o mamá irá a jugar con él parque (o cualquier otra actividad que entusiasme al niño). Cuando consiga hacerlo durante varios días seguidos, se puede considerar subir a una semana, subiendo también la recompensa… por ejemplo, pasar un día entero en el campo, hacer una excursión, etcétera.
Otra idea, es ofrecer al niño algo que sustituya el dedo de su mano, como una piruleta, y decirle que cuando sienta necesidad de morderse las uñas que cambie el hábito por la piruleta.
También es habitual oír decir que lo más efectivo para los niños es que se le unten las uñas con algún producto (específico para ello) que les sepa realmente mal y que les haga sentir rechazo ante la idea de morderse las uñas.
Por otro lado, los padres pueden ofrecer alternativas, siempre que se pueda, especialmente cuando están en casa. Si se ve que el niño en un momento dado está especialmente intranquilo, el padre o madre le puede proponer hacer algo juntos, pintar con acuarelas, hacer figuras con plastilina, o cualquier manualidad. Esto los relajará y les hará olvidar que “necesitan” morderse o comerse las uñas.
Foto obtenida de : nspt4kids.com.