Cuando miramos el mundo, corremos el peligro de mirarlo en su totalidad desde nuestro contexto, desde nuestra situación y desde nuestra perspectiva. Sin embargo, la infancia no siempre es sinónimo de plenitud al igual que tampoco lo es la maternidad, en todas las partes del mundo. De hecho, en nuestro propio país tenemos los casos dramáticos de niños robados. Pues bien, en la misma línea de tristeza, ha dado la vuelta al mundo la imagen de una mujer china que fue obligada a abortar cuando estaba embarazada de siete meses.
Feng Jianmei, una mujer de 23 años que vivió un auténtico drama. No sólo fue forzada para abortar, sino que además, le dejaron el feto muerto junto a ella. Una escena dramática que habla de los valores humanos que en ocasiones, brillan por su ausencia en cualquier rincón del mundo. Como es natural, la oleada de críticas contra esta situación en las redes sociales no se han hecho esperar. Muchas personas han mostrado su rabia y su indignación contra una situación de estas características por ello, se han adoptado responsabilidades al respecto.
Es decir, Ankang que es funcionario de la ciudad donde vive la pareja acudió a visitarles para pedir una disculpa. Estas son sus palabras al respecto: “He venido en representación del Gobierno municipal para visitarles y expresarles nuestras sinceras disculpas. Espero obtener su comprensión”.
Lo cierto es que el aborto siempre es un drama pero todavía más en estas circunstancias cuando se produce en contra de la voluntad. De hecho, se trataba de un bebé al que sólo le quedaban dos meses para nacer y ver la luz.
Imagen: Sporting Bet