¿Qué podemos hacer para evitar los últimos brotes de sarampión? Ya conocemos nuestras principales armas: la cobertura vacunal y la vigilancia epidemiológica. Es decir, hay que intentar que el cien por cien de los niños accedan a ser inmunizados. Pero, además, debemos estar preparados para afrontar la aparición de un brote. Por tanto, podemos resumir la estrategia contra el sarampión en estos puntos:
1. Cumplir el calendario vacunal. El personal sanitario, especialmente los pediatras, deben conocer el grado de cumplimiento del calendario de sus pacientes. Es parte de su obligación ser conscientes de la aparición de grupos de riesgo y notificarlo al servicio de vigilancia epidemiológica.
2. Adelantar la primera dosis. En 2011, un quince por ciento de los afectados eran niños de entre 12 y 15 meses de edad. Así, si se adelanta la primera dosis de la vacuna a las 12 meses, se evitarían muchos de estos casos.
3. Inmunizar a los grupos de riesgo. En primer lugar hay que vacunar a los niños susceptibles de contraer la enfermedad. En caso de que un niño no vacunado haya tenido contacto con otro niño enfermo, debe administrarse la vacuna, la cual va a ser efectiva en las primeras 72 horas tras la exposición al sarampión.
Por otro lado, uno de los puntos más llamativos del último brote de sarampión es el gran número de personal sanitario afectado. Todo el mundo debería estar inmunizado, pero aún mas si cabe los que están en contacto con la enfermedad. Pueden sufrirla, pero también transmitirla.
4. Prepararse para un posible nuevo brote. Para ello deben estar disponible el suficiente número de vacunas para la población en riesgo.
Imagen: contactollanos