Desde que el niño va mostrando su preferencia por ser zurdo, nos percataremos de que en el día a día se va a encontrar con algunos obstáculos. Es conveniente, por tanto, que los padres faciliten su desenvolvimiento en una sociedad donde los diestros encuentran más “comodidades”. Estas claves serán útiles:
No fuerces su lateralidad: obligar a un niño zurdo a usar predominantemente la mano derecha, puede dificultar el aprendizaje, pues hará sus tareas con menos facilidad y se cansará antes. Además, es probable que aparezcan ciertos trastornos en la escritura, tartamudez y dificultad para diferenciar la derecha de la izquierda.
Trabaja “en espejo”: si eres diestro, ponte frente al niño y guíale para que se cepille los dientes correctamente o utilice los cubiertos por imitación. Él acompañará los movimientos como si fuera la imagen de un espejo.
Enséñale cómo colocarse en el aula: si hay pupitres dobles, el niño zurdo se colocará al lado izquierdo, para evitar chocar su codo con el del compañero diestro. Además, hay que vigilar que coja el lápiz adecuadamente para que no doble la muñeca hacia el interior (la conocida posición de la “mano en gancho”) y evitar que lo sujete desde muy abajo y apriete con mucha fuerza. También se colocará el cuaderno ligeramente inclinado hacia la derecha.
Proporciónale los objetos adecuados: tales como tijeras con el filo invertido (la cuchilla derecha queda por debajo de la izquierda), cuadernos con la espiral en la parte superior para favorecer una postura correcta, sacapuntas con la cuchilla en sentido contrario al habitual (se coge el lápiz con la izquierda y se gira en sentido contrario a las agujas del reloj), reglas con los números impresos de derecha a izquierda para facilitar su uso, teclados del ordenador con las flechas de desplazamiento y los números a la izquierda, etcétera.
Imagen: crecerfeliz