A la hora de preparar un helado casero hay que invitar a los peques a que se metan en la cocina a ayudar a hacerlo, esto es algo que les gustará casi tanto como el helado que se comerán después, y es que, si hay una cosa que encanta a los peques es estar con papá y mamá y participar en este tipo de cosas.
Las posibilidades a la hora de elegir sabor e ingredientes son muchísimas, aunque pensando en los niños, siempre es bueno que se utilicen, por todos los beneficios que aportan, leche o yogurt así como frutas.
Preparar los helados es muy fácil y rápido (como es lógico es rápido el hecho de hacerlo, después habrá que esperar que se congelen). Pondremos un ejemplo muy simple para aquellos que quieran hacerse una idea:
– Cogemos unas cuantas fresas y las lavamos muy bien.
– En una batidora, se echará un yogur natural, las fresas, y azúcar a gusto.
– Trituramos todo muy bien hasta obtener una mezcla homogénea.
– En los moldes para helado se repartirá la mezcla, a continuación se introducen los palitos, se meten los moldes en el congelador y… ¡a esperar hasta que estén congelados!
– En el caso de no tener moldes (aunque siempre serán recomendables para que después no se mezclen los sabores en el congelador), se pueden utilizar los vasitos de plástico de los yogures, y utilizar una cucharilla pequeña como palito para agarrar el helado después de congelado.
Un consejo: cuando los peques se vayan a comer el helado, será conveniente sacarlos un rato antes del congelador, de esta manera resultará mucho más fácil extraerlos del molde.
Foto obtenida de: rangelymoms.org.