Estos meses son raros para los padres. Hay mucha más luz, mucho más día, es tiempo ya en que las vacaciones están presenten en el calendario y en el que se programan viajes de fin de semana. Una cosa debéis tener en cuenta: al niño siempre le hace ilusión la excursión. Si es algún sitio desconocido, por lo que recuerda; si es un lugar inhabitual, por la novedad. Pero, para viajar, hay que tomar una serie de precauciones.
Es importante, fundamentalmente si el niño es pequeño, que se respeten sus horarios habituales de comida, de merienda, de cena y, sobre todo, de sueño.
Durante el viaje, cuando el transporte utilizado es el automóvil, se debe parar cada dos horas. Y será muy conveniente que el pequeño lleve algún juguete personal con el que pueda entretenerse, sin necesidad de fijar la vista de manera prolongada.
También podéis tener preparados una serie de juegos para el viaje, puesto que todos los niños, sin excepción, preguntan continuamente “¿falta mucho para llegar?”. Por ejemplo, podéis jugar a intentar adivinar de qué color será el coche con el que os crucéis; juegos de palabras; inventarse juegos de aventuras…
Ah, y atención al mareo, que no sólo es cuestión de niños. Nada menos que seis millones de españoles lo sufren cuando se desplazan. Los consejos más útiles para combatirlo son:
- Siempre que se vaya a viajar, es conveniente hacer una comida ligera (si el viaje es corto es mejor no comer nada) y utilizar ropa cómoda y holgada.
- Dormir bien antes del viaje.
- Mirar a la lejanía durante el trayecto. En gran parte, el mareo se debe a que no se tienen referencias lejanas. Cuando un niño va en su silla de seguridad, más alto y viento el exterior a través de la ventanilla, se marea menos. Debéis procurar que los pequeños no lean ni fijen la vista en un objeto cercano. Y no olvidéis que es mejor mirar hacia adelante que hacia los lados. Pensad que, si el ángulo de visión se mantiene 45 grados por encima del horizonte, se reduce la predisposición al mareo.
- Mantener el coche ventilado y fresco.
- Evitar, en lo posible, giros bruscos.
Por último, dejar claro que si la salida que hacéis es al aire libre, la mejor protección para el niño es la ropa amplia, de tejidos naturales y que le cubra la mayo parte posible del cuerpo, ya que así estará más protegido frente a picaduras, a pequeños golpes y a quemaduras solares por descuido. Además, se debe proteger la cabeza del sol y usar calzado cerrado.
Imagen: motor.terra