Una vez el niño tenga la bici adecuada, las protecciones recomendadas, y esté convencido de que quiere aprender a montar en ella sin la ayuda de los ruedines, habrá que explicarles cómo hacerlo (siempre con mucha paciencia, y siendo conscientes de que es probable que terminen en el suelo más de una vez).
– Para empezar hay que enseñarles lo que significa la dirección, es decir, cómo actuará la bicicleta (hacia dónde se va a desviar) dependiendo de hacia dónde muevan el manillar. Esto probablemente ya lo tendrán más que aprendido aquellos que hayan utilizado ya un triciclo, o bicicleta con 4 ruedas. Pero si anteriormente no han usado ninguno de ellos, la idea de dirección les resultará sencilla de asimilar.
– Otro concepto a tener presente es que hay que pedalear, esto igualmente lo traerán aprendido aquellos que hayan utilizado antes otros “vehículos” con pedales. Los que no, será cuestión de unos cuantos intentos conseguir que capten la idea. Se puede subir al niño al bici, agarrarle los pies sobre los pedales, y sin soltárselos, ayudarles a hacer el giro completo durante un rato… en breve lo harán por sí solo sin mayor problema.
Hemos llegado a la mitad de los conceptos básicos. Éstos son los más sencillos y los que más rápidamente asimilarán los niños. A partir de ellos, comenzaremos con los más complicados para los peques y los que más quebraderos de cabeza van a darles tanto a los padres como a los niños, nos referimos a la idea de frenado (esto en principio es fácil pero deben aprender cuándo hacerlo) y de equilibrio (tendrán que aprender a repartir el peso de su cuerpo para no caerse). De ambas ideas hablaremos en la próxima entrada de BebéFeliz.
Foto obtenida de: stridersports.co.uk.