Las uñas son reflejo de nuestra salud y en ocasiones, además de esos trastornos más o menos comunes que pueden sufrir, pueden mostrar un aspecto anormal, que es el reflejo de que algo no va bien. Aquí os dejamos algunas de las patologías y la forma de manifestarse en las uñas:
- Estrías transversales: pueden ser signo de una enfermedad grave o de fiebre, o deberse a una intervención quirúrgica que detuvo el crecimiento durante un tiempo.
- Manchas grises: aparecen si la persona sufre psoriasis.
- Manchas marrones: puede producirse por el consumo de algunos medicamentos como la tetraciclinas.
- Pérdida de brillo: es un indicativo de la celiaquía o alergia al gluten.
- Enrojecimiento periungueal (alrededor de la uña): se suele deber a una infección producida por bacterias u hongos.
- Adelgazamiento o fragilidad: puede advertirnos de la presencia de anemia, anorexia nerviosa o malabsorción intestinal.
- Engrosamiento: la psoriasis o una alteración congénita como la paquioniquia pueden causarlo.
- Desaparición de la media luna: puede deberse a la existencia de una enfermedad hepática o renal.
- Abombamiento: tiene relación con la insuficiencia respiratoria crónica.
- Hundimiento: se produce por enfermedades genéticas con alteración en los huesos, sobre todo rótula.
- Uña dedal (presenta pequeñas concavidades como puntos): esto es un posible signo de dermatitis atópica o de alopecia areata grave (un tipo de caída de pelo).
- Desmenuzamiento: puede producirlo una infección por hongos o virus (como a verruga del papiloma humano).
- Dolor: suele deberse a una infección o a un tumor vascular.
Ante cualquier trastorno que observéis en las uñas de los pequeños, no dudéis en ningún momento a la hora de consultar con el pediatra.
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