Se llama quinta enfermedad a una infección vírica producida por el parvovirus B19, que no se infecta en los animales sino tan solo en los seres humanos.
Esta enfermedad se produce principalmente en los niños y se manifiesta con síntomas como fiebre, erupción rojiza en las mejillas, en los brazos, en las piernas y en el tronco, y otros síntomas semejantes a los que produce la gripe como dolor en las articulaciones.
La quinta enfermedad se contagia muy fácilmente a través de la saliva y de las mucosidades, de manera que si se sabe de antemano que hay algún caso cercano, hay que tener especial cuidado e insistir en que los peques se laven frecuentemente las manos (aunque para que hagan esto no hay que esperar a que haya una enfermedad a la vista, deben acostumbrase y hacerlo por rutina para prevenir tanto esta como cualquier otra).
Su nombre se debe a que ocupaba el quinto lugar entre las enfermedades que habitualmente provocaban granitos o sarpullidos en los más peques anteriormente a que se comenzarán a poner las vacunas más modernas. Alrededor de la mitad de la población contraerá esta enfermedad en la infancia o en la adolescencia, y una vez pasada, estará inmune de volver a contraerla.
Ante la quinta enfermedad no hay mucho que hacer, pero sí hay que llevar al niño al pediatra para que sea él quien diagnostique la enfermedad. Por regla general se recomendará reposo y ofrecer al niño muchos líquidos. Por otro lado, es posible que el médico aconseje dar al niño paracetamol o ibuprofeno para la fiebre.
Si se da el caso de esta enfermedad en un niño y la madre está embarazada, ésta deberá tener especial cuidado, ya que pese a que la quinta enfermedad no es grave, sí podría afectar al feto de forma importante.
Foto obtenida de: healthnowmedical.com.