Existen niños que nacen en cualquier época del año, eso está claro, pero por supuesto, los niños que nacen a principios de año siempre vienen con una energía añadida, es decir, aportan optimismo porque simbolizan la esperanza de aquello que está por venir.
Los niños nacidos en Año Nuevo, siempre vienen en un momento que altera más la rutina de las familias puesto que las mamás que están en la recta final de su proceso de gestación, están más tensas al ser conscientes de que se puede producir cualquier imprevisto. La situación cambia en caso de dar a luz por cesárea ya que en este tipo de casos, la fecha del parto suele estar ya establecida de antemano.
En caso de que tu bebé nazca a principios de año, intenta verle el lado bueno: de normal, en estas fechas, en los hospitales existe más tranquilidad. Por otra parte, los niños que nacen a principios de año son un símbolo de prosperidad y de buena suerte.
Pero además, al nacer en enero, el niño será de los mayores de la clase por lo que tendrá más de tres años el primer día de colegio y se sentirá más capaz, más autónomo y valiente en ese momento. Los niños que nacen en diciembre son los más pequeños del curso, y a esa edad, esa diferencia de meses se nota mucho. Además, de modo anecdótico, los niños que nacen a principios de año suelen ser los protagonistas en el telediario del día 1 de enero, un día reservado para las buenas noticias, para los hechos esperanzadores y para la ilusión.
Ya quedan días en el resto del calendario para poder seguir haciendo frente a noticias dramáticas del terreno laboral.
Imagen: B2C