Su gran curiosidad, las ganas de experimentarlo todo por sí mismos, la imitación de los adultos y el desconocimiento de lo que puede suponer peligroso son aspectos inherentes a los niños. Todo esto, unido a su proceso de crecimiento y desarrollo, hace que, cada día, los más pequeños de la casa se enfrenten a situaciones de riesgo.
De hecho, las consecuencias de los accidentes en el hogar son varias y pueden ir desde pequeñas lesiones sin importancia hasta la pérdida de la vida. En este sentido, no podemos olvidar que una de las principales causas de mortalidad infantil son los accidentes domésticos que, como todo accidente y por definición, son prevenibles. De ahí la importancia de las campañas de prevención para tratar de evitar estos episodios que pueden ser fatales.
Según las estadísticas, las consultas hospitalarias pediátricas por accidentes suelen comenzar a partir de los dos años, que es cuando los niños ya caminan con más independencia, aunque se produce un pico importante entre el año y los tres años, cuando empiezan a descubrir el mundo. Y como su mundo más cercano es su hogar, es justo ahí donde los padres debemos ser más precavidos y adaptar nuestra casa para prevenir las consecuencias de estos accidentes.
Ante un accidente doméstico, lo primero es mantener la calma. Después, dependiendo de la severidad del percance, podemos seguir estas recomendaciones:
- En casos de traumatismos, que son los más frecuentes, hay que poner hielo en la zona afectada (cubierto con tela o papel), ya que esto ayudará a disminuir la hinchazón y el dolor.
- A las quemaduras se les aplicará agua del grifo inmedatamente y, después, crema hidratante en abundancia hasta que la lesión sea vista en urgencias.
- Si se produce una intoxicación es importante llevar al hospital el bote del producto que haya ingerido el niño e intentar recopilar la máxima información en cuanto a la hora de la ingesta o a la cantidad tomada, entre otros aspectos. Nunca, bajo ningún concepto, hay que provocar el vómito.
- Cuando nos encontramos ante un caso de ahogamiento en el agua hay que intentar realizar las maniobras de reanimación básicas y colocar al niño accidentado en posición de seguridad, es decir, con la cabeza algo elevada respecto al cuerpo y de costado; con esta posición evitamos aspiraciones en caso de vómitos, lo cual complicaría más la situación.
- Y, por último, si el pequeño se ha metido un cuerpo extraño en la nariz o en las orejas, no debemos insitir para extraerlo porque puede terminar aún más dentro; de eso ya se encargará el médico, quien utilizará el instrumental adecuado para la extracción.
Imagen: all-wallpapers
Seguridad total en casa II – Seguridad total en casa III – Seguridad total en casa IV – Seguridad total en casa V – Seguridad total en casa VI – Seguridad total en casa VII
[…] Seguridad total en casa I – Seguridad total en casa II – Seguridad total en casa III– Seguridad total en casa IV – Seguridad total en casa VI – Seguridad total en casa VII […]