El desbloqueo tiene lugar cuando notamos un “clic” en la zona y, tras la reducción, el niño recupera de inmediato la movilidad.
Si existe dolor, se le puede administrar analgesia o antiinflamatorios orales, paracetamol o ibuprofeno, para disminuirlo.
No es necesario hacer ningún tipo de inmovilización del brazo si es el primer episodio y si la reducción se ha producido antes de las 12 horas. Además, esta lesión no presenta secuelas articulares y la recuperación del niño es rápida (más rápida cuanto menos tiempo lleve la lesión).
Como en los niños existe cierta laxitud en sus ligamentos, es fácil que la lesión pueda repetirse. Si vuelve a ocurrir, es probable que sea necesario inmobilizar el brazo durante dos o tres semanas mediante una férula.
Para evitar que se produzca de nuevo, se informará a los padres de los movimientos que no deben realizar y de las precauciones que han de tomar, por ejemplo, al vestir al niño. Se pueden tomar medidas como vestir primero y desvestir en último lugar la extremidad lesionada, por la dificultad que entraña a veces el momento de cambio de las prendas superiores.
Imagen: tutraumatologo