Tener un niño enfermo es algo muy doloroso para cualquier padre, el dolor es el doble porque la infancia representa en teoría una etapa de la vida de ilusión y de esperanza. Sin embargo, el cáncer es una enfermedad que no entiende de edad, ni de fechas en el calendario. En este sentido, La Federación Española de Padres de Niños con Cáncer (Fepnc) pide al Gobierno y a las Comunidades Autónomas que protejan todavía más al menor, por ello, los padres quieren estar más horas con sus hijos en la UCI.
Este derecho se ve respaldado por la Carta Europea sobre los Niños Hospitalizados en donde existe un derecho fundamental para cualquier menor: “el derecho a estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya el máximo tiempo posible durante su permanencia en el hospital, no como espectadores pasivos, sino como elementos activos de la vida hospitalaria”.
Para un niño, estar ingresado en un hospital es estar fuera de su área de confort y de seguridad, por esta razón, la cercanía de los padres también aporta una seguridad emocional necesaria dentro del proceso de recuperación. Los padres y sus cuidados pueden ser agentes activos en el proceso de recuperación del peque. La asociación apuesta por una política de visitas abiertas para que los padres se sientan mejor al poder estar con sus hijos y para que los niños, sientan cerca el amor de sus padres.
De por sí, un ingreso hospitalario es duro, pero se sobrelleva mejor con el trabajo en equipo de toda la familia. A través de la poítica de visitas abiertas se reduce el estrés y la ansiedad en el enfermo.
Imagen: Cinedor
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