Con los tratamientos que os hemos mencionado en la segunda parte se consiguen muy buenos resultados, de hecho, se lograr curar el 85% de las verrugas en un espacio de tiempo de uno a tres meses, siempre y cuando se realice estrictamente. Una de las pistas que nos ayudan a saber si estamos llevando a cabo el tratamiento de forma correcta es observar un aspecto macerado de la lesión a las tres semanas de haber comenzado la aplicación.
En el caso de las verrugas planas, el tratamiento más adecuado es el uso de ácido retinoico a concentraciones de 0,025 a 0,05 por ciento. Este producto es igualmente cómodo, ya que no molesta al niño y también ha de ser aplicado de forma constante hasta la desaparición de las lesiones.
Generalmente como última opción, también se puede recurrir a la extirpación de las verrugas, bien mediante una hoja de bisturí o bien medienta la utilización de láseres de CO2. En los casos muy recurrentes o que no responden a los tratamientos habituales, el uso del láser vascular de colorante pulsado, la bleomicina intralesional y la aplicación de cidofovir tópico, así como la terapia fotodinámica o el inquimod tópico son otras posibilidades.
En el caso de que otros tratamientos no sean suficientes para curar las verrugas, se podrá realizar otra terapia más potente: la criocirugía, conocida vulgarmente como crioterapia. En esta técnica se emplea nitrógeno líquido a unas temperaturas de -196 ºC.
Habitualmente se requiere una media de una a tres sesiones de crioterapia, separadas por intervalos de un mes, para conseguir eliminar hasta el 90% de las verrugas. El principal problema de la aplicación del nitrógeno es que resulta doloroso y que la realización de la técnica puede llegar a durar desde minutos hasta horas.
Tras un determinado tiempo de aplicación del frío, es normal que la verruga adquiera un color negro-morado y, en ciertas situaciones, puede aparecer incluso una ampolla. Tras la crioterapia, la aplicación de soluciones de yodoo clorhexidina permitirá una curación total de la quemadura por el frío y evitará complicaciones. En caso de que se formara una ampolla por la quemadura, se deberá pinchar con una aguja estéril, sin recortar la cápsula, para evitar infecciones posteriores.
Imagen: hijosconsalud