Estos días venimos diciendo que los padres deben estar siempre a la última en lo que a tecnologías se refiere, para poder tratar estos temas con los hijos. Internet ofrece un mundo de posibilidades que están ahí, y que no hay que desperdiciar, pero por todos es sabido que ese mundo no es un campo de amapolas, y que entre todas las flores siempre hay malas hierbas.
Los padres deben ser conscientes de ello, pero no prohibir el acceso, sino estudiar qué medidas hay que tomar para que la red sea segura. Los peligros están ahí, y algunos adultos piensan que el problema es que los niños tengan acceso a imágenes o vídeos pornográficos, cosa que es incierta. Que un niño vea esta contenido hará que muchos padres se lleven las manos a la cabeza, esto es normal, sobre todo dependiendo de la edad del niño, pero en la mayoría de los casos, el problema se puede solucionar con una charla padre e hijo. Casi que peor considerado que esto, son los contenidos violentos, no porque vean una película online en la que el protagonista se dedica a cortar cabezas (que por supuesto si es para mayores de 18 años, no debería estar viendo), sino por otro tipo de contenido, como por ejemplo, los vídeos domésticos en los que un grupo de adolescentes, acosan a otro para obligarlo a hacer determinadas cosas.
El siguiente miedo que surgirá a los padres, es que sus hijos se relacionen con extraños a través de la red. Chatear con gente que no conoce, puede ser algo totalmente inocente, y una forma de sociabilizarse como otra cualquiera. Pero sí, también existe el riesgo de que la otra persona no lleve buenas intenciones. Lo mismo ocurre en las redes sociales por lo que hay que estar preparados para saber cuándo deben saltar las alarmas si fuera necesario.
En la siguiente entrada, explicaremos algunas pautas a seguir, para que el hecho de que los niños entren en la red, sea algo seguro.
Imagen: demoshelsinki.