Una cesárea se puede programar, cuando haya un motivo de peso aparente, como en el caso de que haya algún tipo de riesgo para la madre o el bebé. Sin embargo, hay veces que la mujer embarazada desea programarla, porque esto daría solución a sus miedos y preocupaciones.
Cada uno es libre de optar por la opción que considere oportuna, y no se deberían hacer juicios por ello. Sin embargo, lo cierto es que, en la mayoría de los centros, la cesárea programada, sin motivos, no es una opción y, por regla general, los especialistas suelen negarse a ello, y se esperará a que el parto proceda de forma natural, hasta que consideren que en el proceso se necesita algún tipo de ayuda.
No obstante, pese a que una cesárea programada parezca una fórmula mágica para evitar el largo proceso del parto, hay que decir, que no todo es tan “bonito” como parece a primera vista. Hay puntos en contra, que habrá que tener en cuenta, como por ejemplo:
– Se trata de una operación y, como en todas, hay riesgos quirúrgicos.
– Hay un postoperatorio doloroso e incómodo.
– Habrá un mayor riesgo de complicaciones, como infecciones, hemorragias, coágulos de sangre, daños en el vejiga o intestinos, etcétera.
– El hecho de tener poca movilidad (especialmente en las primeras 24 horas), llevará a que la mujer necesite ayuda para atender a su bebé. Esto es algo que resultará frustrante para muchas.
– El tiempo de estancia en el hospital ascenderá a unos 5 días, mientras que por parto natural serán 2.
– La leche tardará más en subir si se ha realizado una cesárea.
– La cicatriz es para toda la vida.
Con todo esto, tan solo nos queda por decir que, antes de que la mujer opte por una cesárea programa que en principio no es necesaria, ésta deberá informarse bien de todo lo que conllevará.
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