La matrona, o matrón, va a jugar un papel muy importante en el embarazo de la mujer. Es una profesional, que se va a convertir en una consejera, y en un apoyo. Ella, será, unida con el especialista, la que mejor va a resolver todo ese sinfín de dudas que surgirán en esa fantástica etapa. Una etapa que, pese a que se vive con emoción, también se vivirá con los habituales miedos.
El matrón, o matrona, hará un seguimiento del embarazo desde las primeras semanas. Es por ello, que tras la primera visita al ginecólogo, éste enviará a la mujer a la consulta de la matrona. Y, mientras que el ginecólogo hará los reconocimientos puntuales (siempre que el embarazo se desarrolle con normalidad), las visitas a la matrona serán bastante más asiduas.
Además, también estos profesionales serán los que acompañen a la mujer en la mayor parte del parto, siempre que no haya complicaciones durante el proceso.
Pero, su tarea no acabará ahí, ya que, una vez la mujer ha dado a luz, será ella la que realice, junto con el pediatra, un seguimiento del bebé y de la madre, durante los primeros meses. Por ejemplo, revisará los puntos de la madre, si se los hubieran dado, ofrecerá apoyo y consejo para aquellas que hayan optado por la lactancia materna, y tenga dificultades para dar de mamar a su hijo, controlará el peso del recién nacido, entre otras muchas cosas.
No hay que descuidar las visitas a la matrona, por pensar que, con tan solo el ginecólogo será suficiente. Como decíamos, estas especialistas son importantes en esta etapa de la mujer, y al estar acostumbradas a tratar con cientos de casos, serán las que mejor entiendan a la embarazada.
Imagen: Erling A