Los embarazos múltiples son cada vez más numerosos. Una causa muy simple para que ocurra esto es, que cada vez se retrasa más el momento del embarazo. A partir de los 35 años, la mujer comienza a ver disminuidas sus posibilidades de quedarse embarazada y, en muchos casos, tiene que recurrir a un tratamiento hormonal, y esos tratamientos incrementan las posibilidades de embarazo múltiple.
Tener dos, tres o más bebés de una sola vez, conlleva que de entrada los padres se lleven las manos a la cabeza. Si ya se imaginaban un cambio radical de vida, con uno solo, el hecho de que sean más, les desbordará en principio. Y no es para menos, ya que, como muchos dicen, la diferencia de trabajo no se multiplica por 2, sino por 4 (aunque sean solo gemelos y no trillizos o más).
Después de la noticia y de pasar el primer rato de aturdimiento, hay que reaccionar y pensar en positivo… si un hijo era motivo de alegría, si vienen más, será alegría doble. Y esto no lo decimos por decir, tan solo hay que escuchar hablar a los padres de gemelos, que tras superar esa primera etapa, se alegran de que, al final, el embarazo fuera múltiple.
En la próxima entrada, os diremos algunas cosas que los padres podrán tener en cuenta a la hora de vivir el día a día, con varios bebés. No obstante, adelantaremos que, el secreto para el éxito, es armarse de paciencia, y siempre dejarse ayudar por todos aquellos que se ofrezcan, ya que el agotamiento, no será nada favorable para que el día a día fluya con tranquilidad.
Imagen: Klifton