Una de las preocupaciones de la mujer embarazada, es qué puede y qué no puede comer durante esa etapa. Como decimos siempre, es importante mantener una dieta equilibrada, y hay que pensar que, el embarazo da lugar a una dilatación de los vasos sanguíneos, y que el corazón debe hacer un sobre esfuerzo para que la circulación funcione correctamente.
Sin duda, hay que cuidarse, y controlar lo que se va a comer, el sobrepeso es algo que hay que evitar a toda costa, ya que podría originar complicaciones durante el embarazo, o durante el parto.
Sin embargo, no hay que convertir esto en una obsesión, a no ser que haya complicaciones o que el médico se ponga serio con el tema. En condiciones normales, se podrá comer prácticamente lo mismo, pero con moderación, especialmente algunos alimentos como son los dulces.
Durante el embarazo, por tanto habrá que tener en cuenta:
– Tomar mucha agua, aproximadamente 2 litros al día, distribuyéndolos durante las horas en las que la mujer está despierta. Aunque el agua es el líquido por excelencia, también se podría optar por tomar leche o zumos (cuidado con el azúcar añadido que pueden llevar estos).
– Evitar las dietas. A no ser que el médico ponga una dieta, nunca se harán dietas para evitar engordar. Durante el embarazo hay que alimentarse bien de forma moderada, y es inevitable engordar.
– Comer variedad. El estreñimiento y las hemorroides son el pan nuestro de cada día en gran parte de los embarazos, por lo que habrá que consumir mucha fibra. Como decíamos se puede comer de todo, pero las comidas fuertes, con mucha grasa o picantes, pueden no sentar bien en todos los casos. Optar por comidas a la plancha o asadas y sin excesos de condimentos, será lo ideal.
– No es malo darse un gusto. No pasará nada por comer un dulce, u otro alimento que apetezca y del que no se deba abusar, puntualmente.
Imagen: Marcelo Cantarela Junior