El cuidado de los dientes es importante en todos, por ello, si desde pequeños, cogen buenos hábitos de limpieza, de mayores lo harán como algo rutinario. Además de ir a las revisiones del dentista, el correcto cepillado, es algo básico para la salud bucodental.
Sin embargo, no siempre parece una tarea fácil que los niños cojan ese hábito de cepillarse los dientes, y ahí, es donde, los padres, tendrán un papel muy importante, siendo constantes, y no perdiendo la paciencia cuando los peques se resistan al cepillado.
La primera revisión al dentista, se debe hacer cuando le han salido los primeros dientes al bebé, esto ocurrirá, aproximadamente cuando tienen un año. El cepillado, se puede empezar a realizar cuando los dientes empiezan a aparecer. Al principio, se hará con un cepillo suave, sin pasta de dientes, humedecido con agua. Una vez el niño, ha aprendido a escupir y, cuando sabe hacer en el momento que se le pide, ya se podrá utilizar dentífrico, pero uno, que esté orientado a niños de su edad. Estos dentífricos infantiles, contienen menos flúor, y una composición más suave, que los que están dirigidos a los adultos.
El número de veces recomendable para lavarse los dientes, será como mínimo, después de cada comida, aunque también se debe hacer, después de haber picado entra horas, especialmente si lo que ha comido son chuches.
Lo más probable, es que, en poco tiempo, los niños quieran cepillarse los dientes ellos solos. Esto es algo que está muy bien, pero si lo hacen ellos, es importante que, cuando hayan acabado, un adulto, haga un repaso y supervise lo que ha hecho.
El cepillado de dientes debe ser de entre 2 y 3 minutos, y se puede complementar con algún enjuague bucal (también infantil).
Imagen: Eric Fleming